CATÁLOGO • Ver más

QUIENES SOMOS • Ver más

La Liturgia Cotidiana de diciembre

Gabriel J. Castellá  |  Código de barras: 9789870904557

LA CONCEPCIÓN Y EL SENTIDO DE LA EXISTENCIA II


$ 16.700 ARS

Formato

21x14

Entrega y envío

Envíos nacionales a toda la República Argentina.

Descripción

Tres factores deben confluir para que se produzca la concepción: el óvulo o factor femenino, el espermatozoide o factor masculino y la fecundación, el factor vincular. Si trasladáramos esta cosmogonía microscópica a una dimensión superior, veríamos que el óvulo es el aporte que brinda de sí la mujer; el espermatozoide es la donación que realiza el varón; la fecundación es el fruto del encuentro entre ambos. La mujer, el varón y el vínculo de intimidad coital que mediatiza la fecundación son los tres factores insoslayables, en condiciones naturales, para engendrar un hijo. El programa de vida se nutre de la afectividad y la subjetividad de la madre gestante. El modo, positivo o negativo, en que esa mujer valore su propio ser y quehacer configura el prototipo o modelo referencial que señalará la tendencia de sus hijas. Signará también la tendencia del hijo varón respecto al tipo de mujer que es “mejor” o que más le “conviene” para vincularse. Con otras palabras, y de acuerdo con este enfoque, cada mujer trae inscrito, en su programa de vida, la forma de ser más “propicia” para desenvolverse en la vida.

Autor

Gabriel J. Castellá

Nº. de páginas

409

Gabriel J. Castellá

LA CONCEPCIÓN Y EL SENTIDO DE LA EXISTENCIA II

$ 16.700 ARS

Tres factores deben confluir para que se produzca la concepción: el óvulo o factor femenino, el espermatozoide o factor masculino y la fecundación, el factor vincular. Si trasladáramos esta cosmogonía microscópica a una dimensión superior, veríamos que el óvulo es el aporte que brinda de sí la mujer; el espermatozoide es la donación que realiza el varón; la fecundación es el fruto del encuentro entre ambos. La mujer, el varón y el vínculo de intimidad coital que mediatiza la fecundación son los tres factores insoslayables, en condiciones naturales, para engendrar un hijo. El programa de vida se nutre de la afectividad y la subjetividad de la madre gestante. El modo, positivo o negativo, en que esa mujer valore su propio ser y quehacer configura el prototipo o modelo referencial que señalará la tendencia de sus hijas. Signará también la tendencia del hijo varón respecto al tipo de mujer que es “mejor” o que más le “conviene” para vincularse. Con otras palabras, y de acuerdo con este enfoque, cada mujer trae inscrito, en su programa de vida, la forma de ser más “propicia” para desenvolverse en la vida.

Ver producto