22 de diciembre

La solemnidad de la Natividad del Señor está a la puerta y ella contiene diversos signos, símbolos y detalles que pueden enriquecer nuetra vivencia navideña. Son cuatro las misas de la solemnidad, y desde cada una se aborda la Natividad de modo distinto. 1) La Vigilia de la Navidad (la tarde del día 24) se enfoca en el nacimiento de Cristo como cumplimiento de las profecías y la promesa de Dios. 2) La Misa de la noche (al menos, luego de ponerse el sol o a medianoche), nos hace contemplar el anuncio navideño y el momento preciso en el que María da a luz al niño. 3) La Misa de la aurora (al amanecer del 25) nos invita a adorar al niño con la alegría y el asombro de los pastores. 4) La Misa del día se centra en el misterio de la encarnación en el sentido teológico, iluminado por el prólogo del Evangelio de san Juan: "La Palabra se hizo carne y puso su tienda entre nosotros" (Jn 1, 1-18). ¿Es obligatorio asistir a todas estas misas? No, ciertamente, pero, se invita a que, a la que asistamos, le entreguemos toda nuestra atención, ¡En Navidad, Cielo y tierra se abrazan!