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Editorial
Dios nos conduce hacia la salvación.

Viernes 11 de Noviembre de 2022

P. Fredy Peña Tobar, ssp

Las palabras de Jesús, acerca de la destrucción del templo, suscitan una pregunta: ¿cuándo sucederá eso y cuál es la señal de que está por concretarse? La respuesta de Jesús está expresada en un lenguaje apocalíptico, con imágenes de destrucción y calamidades cósmicas, propias de la época y que describen lo que a futuro pasaría. En aquel tiempo, para el judaísmo, el fin del templo se asociaba con el fin del mundo. Jesús alerta a sus discípulos para que no se dejen intimidar ante tales convulsiones religiosas, políticas y cósmicas. Porque lo quieran o no, esas cosas sucederán.

Hoy, muchas cristiano piensan que por creer en Dios e intentar ser buenas personas ya tienen como un salvoconducto, y están blindados ante cualquier desgracia. Por eso se sorprenden y protestan contra Dios cuando algo les sale mal: “¿Cómo me pasa esto a mi?”. Pero olvidan que el propio Jesús fue perseguido, calumniado, rechazado, encarcelado y ejecutado. Y lo mismo ha ocurrido con todos aquellos que se han “martirizado” por causa del evangelio. En efecto, aún hoy en día, la Iglesia sigue siendo perseguida y debe estar preparada para no dar crédito a las falsas alarmas de charlatanes y mesías fantasiosos, enemigos del evangelio.

No obstante, el mal nunca ha sido un obstáculo para el Señor, puesto que se sirve de él para que se manifieste aún más su poder y así hacer el bien siempre. De algún modo, toda persecución a causa de Cristo es una oportunidad para dar testimonio de él, y nos sacude para que nuestra seguridad no esté depositada en lo material, la profesión, la posición social o en personas, es decir, en todo aquello que está limitado por lo “temporal”. Por eso, Jesús no nos habla necesariamente del fin del mundo, sino de lo que sucede cuando hay resistencia a obedecer a su palabra y del fin de nuestro mundo personal sin Él.

 

“Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas” (Lc 21, 17s).