Noticias

Juan Pablo I, beato
UN DÍA FELIZ

Lunes 29 de Agosto de 2022

Por: P. José Miguel Villaverde, SSP

 

El 4 de septiembre ha sido fijado como el día feliz de la beatificación de Albino Luciani, quien, como Papa asumió el nombre de Juan Pablo I. Este es, sin dudas, un acontecimiento esperado por muchos, que, habiendo vivido en su tiempo o escuchado o leído de él, quedan fascinados por su breve y profético pontificado de 34 días, que 35 años antes que Francisco, preanunciaba lo que vendría después: la revolución de la ternura.

A los días de Juan Pablo I como Papa se le suman los años de sacerdote, de obispo y de Patriarca de Venecia, los cuales se resumen en el lema de su escudo papal: "Humildad". Fue un hombre cercano con su clero y con su pueblo, preocupado más por el bienestar de los pobres que por las apariencias, llegando incluso a reformas muy profundas en su patriarcado, ganándose enemigos, a la vez del cariño popular.

Verlo sentado en el lugar del Papa fue contemplar por unos instantes que "todo estará bien", puesto que la misma Iglesia está en manos de Dios antes que en manos de los hombres. Sus catequesis sobre las virtudes teologales y la humildad nos lo pintan de cuerpo entero como un gran párroco, catequista y hombre de diálogo, teniendo como eje transversal su sonrisa sincerca, que era, sin dudas, la sonrisa de Dios. Su vida terrena se terminó abruptamente, dentro de los misterios de Dios; sin embargo, su luz sigue encendida y hoy, la Iglesia que lo amó y que lo seguirá conociendo, lo venera y le encomienda no perder la sonrisa franca y el anhelo de trabajar por una Iglesia pobre, libre y amorosa hacia Cristo y hacia los hermanos

Para él, un homenaje devoto:

 

MAESTRO DE TERNURA

Maestro de ternura,
profeta de la Iglesia en salida;
vida convertida en sonrisa,
que se asomó por la ventana en treinta y cuatro días.

Un día o cien años son lo mismo,
si se viven con intensidad;
¿Qué es el hombre si no un soplo?
Un pestañear antes de ver a Dios.

Sobre hombros frágiles, puso Cristo
a las ovejas de su Rebaño;
reflejo fuiste del Pastor Bueno,
ahora en la heredad de los santos.

Enséñanos, humilde Papa,
cómo se vive el Evangelio
entregando a los pobres,
a los últimos y a los débiles:
la sonrisa y el abrazo, la enseñanza y el Pan.

 

---

Si deseas conocer más del camino vocacional de los Paulinos, escribinos a vocaciones@sanpablo.com.ar o al Whatsapp: +54 9 11 6884-4210 - Atiende: P. Hernando Jaramillo, SSP